Hace algún tiempo tuvimos la oportunidad de comentar Yakuza 0, un juego definitorio para la franquicia de Sega, que aún buscaba establecerse en Ocidente. Afortunadamente, el juego cosecho el éxito que sus entregas anteriores habían fracasado en capturar, siendo bien aceptado por la crítica y compensado con las ventas más altas que ha visto por este lado del globo. Sin embargo, tanto en Japón como en Occidente Yakuza 0 fue anunciado casi de inmediato con un apéndice, Yakuza Kiwami, un remake de la entrega original de PlayStation 2, con algunos agregados y recreado a cabalidad en el mismo engine en el cual se realizó la anterior entrega.
Si bien nos encontramos en un momento donde pareciera que el futuro de la franquicia está asegurado por estos lados, con Yakuza 6 planificado para principios del próximo año, y las entrevistas donde, Toshihiro Nagoshi, productor de la franquicia, ha declarado que los planes de realizar un Yakuza Kiwami 2 surgieron por el renovado interés de los occidentales por la franquicia, cabe preguntarse qué tal es la calidad de estos remakes. Probablemente un concepto que nos pesará en el juego es la relación precio/calidad, ya que este remake es considerado un «Budget title«, lanzado a sólo 30 dólares en USA y alrededor de los 27 mil pesos en Chile, siendo más o menos la mitad de lo que cuesta un lanzamiento grande en las plataformas actuales en estos momentos.
¿Dónde nos quedamos?
El juego, en términos de trama se plantea mucho más focalizado y linear que la anterior entrega, dando un fiel recuento de la historia de su homólogo de PlayStation 2, con un solo protagonista, Kiryu Kazuma, Donde partimos en un flashback del año 1995, cuando Sohei Dojima, el líder tras la familia a la cual pertenece Kiryu y su hermano jurado, Nishikiyama, intenta abusar a Yumi, amiga de la infancia de ambos y el interés romántico de nuestro protagonista. Dicho evento concluiría con el asesinato de Dojima y donde nuestro protagonista toma responsabilidad del hecho para que sus amigos puedan huir. Luego nos remontamos 10 años después al 2005, con Kiryu recién salido de prisión, expulsado del clan, y que debe enfrentar como han cambiado las cosas en su ausencia.
Al ser un solo protagonista, la única trama que se entrecruza con la narración del protagonista corresponde a pequeños flashback al principio de cada capítulo que nos muestran fragmentos de la vida de Nishikiyama, que nos ayudarán a comprender sus motivaciones actuales. Fuera de ello, la trama se centra en como Kiryu trata de encontrar a Yumi, quien desapareció poco después de que el fuese apresado, y como ayudará a Haruka, una pequeña niña huérfana en busca de su madre, quien le dice ser hija de la hermana de Yumi.
La misma historia, pero más bonita
En honor a evitar los spoilers, esa pequeña pincelada resume el inicio del juego, siendo la historia uno de los puntos más importantes que trata de entregar como producto. Tanto es así la importancia de este elemento, que si bien se mantuvieron los diálogos de manera casi integra (Salvo por algunos agregados), estos fueron regrabados para mantener una calidad y consistencia con la entrega anterior. Eso sí, la captura de movimiento para los diálogos fue utilizada directamente de las cutscenes del juego original, por lo cual el movimiento de las bocas no está al nivel de Yakuza 0, salvo en las inclusiones nuevas que posee. Sin embargo, salvo por esa decisión para abaratar costos, la recreación de las cutscenes es fiel hasta en los ángulos de cámara utilizados, manteniendo la narrativa y atmósfera del juego original, y ciertamente el cambio en los modelos poligonales hace un mundo de diferencia.
La historia, se desarrolla en Kamurocho, un distrito rojo ubicado en Tokio, el cual está en poder del clan Tojo, al cual pertenece la familia Dojima. Esta icónica locación ha estado presente a lo largo de toda la franquicia y para quienes jugaron Yakuza 0 se sentirán inmediatamente en casa, demasiado en casa en algunos casos. Si bien el mapa sufre cambios importantes debido al paso del tiempo, en comparación a otras entregas es notorio el reciclaje de elementos gráficos en la ciudad, siendo el mayor cambio la inclusión de la torre Millenium y la inclusión de «El Purgatorio».
El sistema de pelea más robusto de la franquicia
En lo que corresponde a Gameplay, este se separa en 2: un modo aventura en un sandbox confinado, con un inventario limitado, y que como novedad, nos permite guardar en cualquier parte; y el sistema de peleas, que asemeja un beat em’ up en 3D, con el clásico estilo arcade que es la estampa personal de Sega.
En cuanto al sistema de pelea, vemos el retorno de los cuatro estilos de pelea presentados en Yakuza 0: Brawler, un estilo balanceado entre poder y velocidad; Rush, un estilo pugilista centrado en la velocidad; Beast, un estilo lento y pesado que requiere de cargar algunos golpes y que puede usar de mejor forma los objetos ambientales; y finalmente, Dragon, el estilo definitivo de Kiryu, con un poder y velocidad ligeramente más rápidos que Brawler, pero que permite mayor precisión. A diferencia de la entrega anterior, volvemos a un sistema de experiencia más tradicional, donde al derrotar enemigos ganaremos experiencia que se transformará en puntos para asignar en una gradilla de habilidades para cada uno de los estilos. La única excepción se presenta en el estilo Dragon, donde deberemos realizar los entrenamientos de Sotaro Komaki, o vencer a Majima en peleas callejeras para poder acceder a las mejoras. Todos estos estilos contienen «Heat Actions», una especie de movimientos súper que se pueden ejecutar al cargar una barra y tener al contrincante en determinadas circunstancias. Estos corresponden a buena parte de las mejoras que se pueden conseguir para cada estilo de pelea.
En lo que corresponde a otro símil con la precuela, Mr. Shakedown fue reemplazado por el sistema Majima Anywhere, donde Majima se disfrazará de distintas maneras para abordarnos desprevenidos en la calle y enfrentarnos con alguno de sus 4 estilos de pelea. Por cada pelea iremos subiendo de Rango en el sistema, lo que desbloqueará las habilidades del estilo Dragon. Además, otras de esas habilidades se desbloquearán una vez que hayamos derrotado una determinada cantidad de veces en un estilo en particular. Esta característica, nuevamente se ha vuelto uno de los puntos de discusión entre los fanáticos de la franquicia: Por una parte, las peleas con Majima son mucho más entretenidas y variadas que las que transcurrían con Mr. Shakedown, pero por otra parte, su aparición recurrente fuera del modo historia, quita seriedad y sorpresa en las intervenciones que realiza a lo largo de la trama, arruinando un poco el factor de sorpresa.
Vuelven los clásicos
En lo que respecta a mini juegos, es probablemente la entrega más reducida de los últimos juegos, contando con las carreras de autos de juguete, y un juego de arcade donde se utilizan cartas y un sistema de piedra, papel o tijera para determinar quién ataca, basado en el coliseo de peleas de mujeres que aparecía en Yakuza 0. Ahí es donde termina la experiencia arcade, siendo el resto de los mini juegos los clásicos de casino (Incluyendo Blackjack, dardos, ruleta), juegos de tablero asiáticos (Mahjong y Shogi), juegos de dados y Karaoke.
En el apartado de sidequest, si bien no es una de las entregas más brillantes de la franquicia, logra destacar por sobre el juego original con algunas sidequest nuevas que son fácilmente identificables. Para quienes recuerden el review de Carlzdash del Yakuza original en PS2 recordarán que el 99.9%% de las sidequest originales son alguien tratando de engañar/timar/estafar a Kiryu. En las sidequest nuevas, podemos ver algunos arcos de historia con NPC menores, y algunos guiños al pasado de los personajes y a las tramas de otros juegos, las cuales claramente tienen un mayor carisma y desarrollo en comparación a las originales.
Salvo por algunos detalles, Yakuza Kiwami logra erigirse como una representación muy fiel y en casi todo aspecto, superior a su entrega original. Se podría debatir que los cambios en el estilo de peleas de algunos jefes los hacen muy similares a los de otras entregas, y que los cambios de banda sonora no son mejores que los temas originales. En todo lo demás, la experiencia logra ser más cómoda, inmersiva y cautivadora que el título de PS2.
Ciertamente, el juego no alcanza los altos estándares que deja Yakuza 0, y a ratos se siente como un DLC/Expansión de éste, pero cómodamente puede entregar 30-40 hrs de gameplay, y por aproximadamente 30 mil pesos, y un HERMOSO steelbox para acompañar, pueden estar seguros de que el juego vale cada peso invertido.