Escrito por AlfredoSalza
¡Un turno más! La adictiva nueva propuesta de Oxide Games (Ashes of the Singularity) y Xbox Game Studios nos trae un juego de estrategia por turnos en que debemos llevar a nuestra civilización desde los más humildes orígenes a convertirse en una superpotencia mundial. ¿Logrará la historia de Ara superar la prueba del tiempo o terminará convertida en un olvidado recuerdo? Ponte cómodo y te lo contamos ahora.
Ara: History Untold es un nuevo integrante a la familia de los juegos de estrategia 4X (explorar, expandir, explotar y exterminar) en donde tomaremos el control de una civilización y la guiaremos a través de las eras históricas. Deberemos gestionar con cuidado cada uno de los recursos disponibles, investigar tecnologías, desarrollar cultura y entrenar un ejército para defender nuestro territorio. Hasta ahora este género ha sido dominado por Civilization de Sid Meier y es cierto que Ara toma muchísimas cosas prestadas de aquella venerable saga. ¿Cómo escapa entonces de las tradiciones el juego de Oxide Games?
(Ah y si te lo preguntabas “Ara” tiene origen en la mitología de la isla de Borneo, del sudeste asiático, que cuenta de unas aves que crearon el mundo)
Vidas Paralelas
El nombre “History Untold” del juego se refiere a que nos permite controlar una línea de tiempo alternativa del mundo, que se divide en tres grandes Actos, que a su vez se dividen en cuatro Eras cada uno. Por ejemplo, en el segundo Acto partimos de la Edad Media y terminamos en la Ilustración. Algo muy interesante es que al final de cada Acto hay jugadores que serán removidos de la partida, ya que serán filtrados quienes tengan la menor cantidad de prestigio.
El prestigio es la forma en que Ara lleva el marcador de quién va ganando la partida: se obtiene realizando todo tipo de tareas como construir monumentos, ganar batallas, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, cumplir misiones de tribus antiguas o de ser quien primero construya la Acrópolis. Este esquema permite que puedas resultar victorioso no solo por la vía militar, sino también perseguir una victoria económica, cultural o de investigación. Todos tus grandes avances suman puntos de prestigio, el cual también puede ser gastado en ciertas acciones específicas como declarar la guerra a otro jugador.
Además de los puntos de Prestigio, otra novedad es que Ara funciona con un sistema de turnos simultáneos: ya no puedes simplemente reaccionar a los movimientos de tus rivales, ya que tus acciones se realizan al mismo tiempo luego de que todos le den click a “siguiente turno”. Para resolver los combates, el juego utiliza una tabla de velocidad para cada tropa: así, un caballo podrá escapar de una infantería aún si el rival le da la orden de ataque en su turno.
Un detalle: los desarrolladores aclaran que el sistema de turnos simultáneos ya existía incluso en los juegos de guerra tradicionales, de mesa, como el que fue creado por Georg von Reisswitz ¡por allá por el 1812!
Valiente Nuevo Mundo
La dirección de arte de Ara se resume en el concepto de “Mundo Vivo”, en que Oxide puso especial esmero para presentar un hermoso mundo lleno de animales, personas, paisajes y edificios que respira y se mueve de acuerdo a tus acciones. Podrás acercar la cámara a tus ciudades para ver en detalle el comportamiento de tu pueblo, que refleja sus niveles de felicidad, seguridad y salud. Todo esto con un apartado gráfico que aún con más de 30 horas de juego, no deja de sorprender.
También podremos ver con lujo de detalle la acción de las batallas: nuestras tropas aparecerán representadas en el campo de batalla con todo su armamento en despliegue. Donde no se ve tanto pulido es en la presentación de los líderes de cada civilización, donde el estilo es hasta cierto punto caricaturesco, si bien tampoco es que se vean como personajes sacados de Fortnite.
El carácter dinámico de las ciudades nos obligará a prestar atención a todos los edificios de manufactura, manejando minuciosamente las materias primas que hemos extraído de yacimientos minerales o de las granjas. Un mismo recurso puede servir para múltiples propósitos: la madera de nuestros bosques es consumida en la creación de sillas, pero también para fabricar carruajes y posteriormente papel.
Los territorios, si bien son creados al azar, mantienen una lógica orgánica muy bien lograda. El trazado de los ríos, montañas, desiertos y bosques es correcto e incluso su ubicación geográfica te permite anticipar qué clase de clima descubrirán tus exploradores más adelante. Los avances en tecnología te llevarán a fabricar grandes barcos, que serán capaces de cruzar los océanos y encontrar nuevas tierras para colonizar, llevando a un nuevo nivel la expansión de tus ciudades.
Auge y Caída
Para ayudarte a entender el laberinto de métricas e indicadores que usualmente nos abruman en los juegos de tipo 4X, Ara cuenta con un amigable tutorial que te apoya durante decenas de turnos al inicio de la partida. También encontramos una vasta enciclopedia que explica las mecánicas y los conceptos básicos que nos permitirán optimizar los flujos de producción de cada fábrica para tener contenta a la gente.
En cuanto a mecánicas, si ya eres un veterano de Civilization aquí encontrarás varios viejos conocidos: religión, redes de caminos, diplomacia, comercio, espionaje, consejeros, polución, tipos de gobierno y un largo etcétera. Eso sí, muchos de estos sistemas han sido simplificados en comparación al juego de Sid Meier, lo que lo hace más amistoso a los novatos, lo que resulta en menos opciones a nivel micro y macro.
Algunos ejemplos de esta simplificación:
- Por defecto no puedes elegir el lugar donde se fundará tu primera ciudad.
- Ya no existen las ciudades-estado, que fueron reemplazadas por tribus salvajes muy fáciles de destruir en cualquier momento de la partida.
- Al momento de hablar con otro líder de facción, tienes muy pocas opciones. Ya no puedes pedir ni ofrecer préstamos, no hay trueque de recursos, como tampoco puedes convencer al otro líder que vaya a guerra con un tercero. Se extraña también poder saber con exactitud los motivos por los que los rivales te otorgan favor o qué los motivaría a declararte la guerra eventualmente.
- Existe un límite de ciudades que puedes tener al mismo tiempo, como también un límite de tropas para poner en tablero. Las tropas suben de nivel, aunque no cuentan con un árbol de habilidades.
- No existen tropas únicas como los aviones japoneses o la legión romana.
- Ya no existe una unidad constructora que puedas mover: todos los edificios como minas y granjas se construyen mediante la misma producción que usas para entrenar a las tropas.
De todos modos cabe recordar que esta es solamente una primera versión del juego y que debería ser ampliada mediante expansiones o contenidos descargables. Sin embargo, este aspecto se resume en que durante las horas de juego muchas veces llegas a pensar “Ok, esto es igual a Civilization” o “Ok, esto es lo mismo que en el otro juego pero más simplón”. En muy raras ocasiones encuentras algo realmente innovador fuera de las primeras 3 horas de juego.
Otro detalle también poco trabajado es el aspecto musical y la voz de la narración. Estamos aquí muy lejos de lo que sería un Baba Yetu o el timbre del mismísimo Leonard Nimoy como cuando pasó por Civilization.
Veni, vidi, vici (?)
Existen otras facetas algo cojas como la inteligencia artificial o la optimización del motor gráfico, aunque en resumidas cuentas Ara: History Untold es un digno contrincante a la dinastía de Sid Meier. Ya hemos visto ejemplos como Humankind, que no salió tan bien parado en esa misma comparativa.
Ante los anuncios del lanzamiento de Civilization VII para el 2025, tenemos un título que consigue exitosamente mantenernos atentos al siguiente turno. Dicen que no hay que reinventar la rueda y Oxide Games ha sabido crear lo que podría ser el puntapié inicial de una gran saga de juegos de estrategia.
Ah y ojo que sale día 1 en Game Pass.