Hace ya casi 7 años, Ninja Theory nos traía un juego que prometía ser la experiencia sonora del momento, Hellblade llegaba a las tiendas y muchos nos preguntamos qué era esto, si un juego o estas típicas experiencias jugables sin mucho contenido, y aunque este título zigzaguea entre ambas opciones, sentó las bases para que Microsoft adquiriera al desarrollador y tomara a esta IP como una punta de lanza para la generación actual con Hellblade II.
Más de alguno se debe estar preguntando si será un digno sucesor de la primera parte o si de plano es un juego bueno y aquí estamos para contestar a esas preguntas y más.
Historias claras conservan amistades
Hellblade II nos relata la historia de Senua, que en su viaje como esclava de los Nórdicos llega a un lugar donde los gigantes acechan con la necesidad de cobrar vidas para su deleite, ante eso conocerá a nuevos compañeros de aventura que servirán de algo en su misión de ahondar más en la verdad, como tambien un grupo de adoradores de estos gigantes y que componen este mundo lleno de misterios y seres mitológicos.
Todo eso rodeado de toda la mística del primer juego, pero ahora llevado a dimensiones más grandes y escabrosas.
Ante eso sólo puedo decir que me gusta como este juego se toma en serio de que es algo grande y que tenía que hilar una historia de mejor manera de lo que fue el primer juego, y llegar a algo menos experimental y más sólido, aunque siento que aún conserva lo primero y debería hacerlo porque es mejor eso a perder la identidad.
El futuro es ahora
Y vamos a lo mejor del juego que es la parte visual y sonora, y aquí me quito el sombrero porque se ve increíble. No les voy a mentir, mi experiencia de juego fue angustiante, pero en el buen sentido, porque lo que ves y sobre todo lo que escuchas está tan bien aplicado que termina siendo un deleite para los sentidos. Los ambientes variados, desde la costa hasta el magma saliendo de la tierra, son impresionantes.
Las visiones sobrenaturales que experimenta Senua son terroríficas, pero en el buen sentido. Se integran de forma natural, generando un clima de tensión que me atrapó. El apartado sonoro también merece elogios, especialmente si juegas con audífonos. Las voces atormentadoras y reconfortantes son una característica distintiva.
Es complicado recomendar este tipo de juegos donde la tensión es la constante, pero creo que es una experiencia que deberían vivir alguna vez y demuestra lo bien que estudiaron la psicosis los desarrolladores.
Quizás mi problema con esto último, y pensando en la gente que no entiende mucho el ingles hablado, es que el juego carece de doblaje al español y ante eso presenta la opción de leer subtítulos. ¿Y qué problema hay con eso? Yo creo que ya lo intuyeron, pero un juego tan visual y tan sonoro es para disfrutarlo completo y lamentablemente te va a pasar que hay tanto dialogo y sucesos visuales que el hecho de leer subs te va a restar mucho a la hora de mirar los majestuosos lugares del juego.
¿Un poco de todo?
Hellblade 2 es uno de esos juegos que no pretenden ser mucho más de lo que son, pero tampoco se conforman, ya que, como habrán notado, es más una experiencia jugable que un juego que introduzca mecánicas. Me explico: sí lo hace, pero no es el punto focal. El juego incorpora combates y puzzles, pero siento que ambos son muy básicos. Los combates se reducen a una constante esquiva y golpea, mientras que los puzzles, aunque buenos, no te mantendrán pensando por mucho tiempo. Por un lado, las voces te estarán guiando, y por otro, tampoco son tan complicados.
Ante todo una experiencia
Después de todo lo dicho, sería injusto decir que Hellblade II es un juego tibio, porque ofrece una experiencia visual y sonora tremenda que pocos juegos igualan. Sin embargo, en mi opinión, el problema radica en Hellblade I, ya que, fuera de la parte audiovisual, el juego no presenta una evolución tan sustancial en sus mecánicas. De todas formas, lo recomiendo encarecidamente si estás buscando escapar de la monotonía de los juegos actuales y vivir una experiencia diferente y novedosa.