Entre los cientos de ports y compilados de clásicos de arcade que han aparecido en los últimos años, “Osman” (1996) brillaba por su ausencia. Honestamente, se podría decir que de clásico sólo tiene la antigüedad, siendo un título conocido por los entusiastas apasionados de las gemas ocultas de lo retro, y la leve cantidad de copias existentes le concedió un estatus de culto por casi treinta años.
Por fortuna, de la mano del publisher ININ Games, y con el apoyo de Kouichi “Isuke” Yotsui, creador original de Osman (mejor reconocido por el afamado “Strider” de Capcom) y el artista Takashi “Utaka Kiyoshi” Kogure, llega por fin su ansiada adaptación a consolas como “Cannon Dancer: Osman”, trayéndonos al presente un intenso plataformero de acción con nuevos modos y opciones para disfrutar sin tener que acudir a tu arcade más cercano.
Strider de Arabia
Como la llegada de este juego a consolas modernas implica un salto desde la oscuridad hacia su libre disponibilidad luego de años (si dejamos de lado la emulación, por supuesto), corresponde entregar una pincelada de contexto para entender qué clase de juego es éste: Osman es uno de los pocos lanzamientos de la ahora difunta Mitchell Corporation, desarrolladora japonesa en parte compuesta por ex miembros de Capcom y TAD Corporation. Diseñado por Isuke, el artífice detrás de Strider Hiryu (1989), supuso ser un rescate de los conceptos que le dieron una identidad a dicho juego, a pesar de ser considerado poco exitoso en ventas.
En pocas palabras, Osman es el “Strider 2” de Isuke tras su salida de Capcom a fines de los ‘90. No se trata de una continuación directa, ya que Strider 2 (1999) existe por su propia cuenta, sino más bien de una secuela espiritual que hereda la visión y filosofía de diseño de su creador.
Y es que este “sabor” a Strider se siente desde el primer segundo en que nos ponemos en los zapatos de Osman, mercenario y personaje titular cuya misión es salvar al mundo de “Slaver”, entidad que amenaza con corromper la distópica sociedad futurista en la que se ambienta el juego. Gracias a sus acrobáticos saltos, patadas deslizadoras y la habilidad de colgarse en murallas y techos, puedes desafiar seis frenéticos niveles para terminar el trabajo. Con tan solo tres botones (salto, ataque y especial) gozas de un moveset simple, pero cómodo y muy responsivo, lo cual se aprecia en juegos como éste donde reaccionar y planificar tu movimiento es imperativo.
Aún cuando las similitudes son obvias y hasta descaradas, a diferencia del afamado Hiryu nuestro protagonista no cuenta con una espada para atacar a media distancia, ni sus fieles “Options” para ayudarlo a proteger nuestros preciados créditos. Sin embargo, los power-ups de Osman incrementan su capacidad de daño considerablemente al permitirle crear múltiples clones de sí mismo, los cuales mimetizan tus inputs desde una posición fija. Además, conseguir suficientes power-ups te conceden hasta tres repeticiones del “Star Festival”, ataque invencible que cubre gran parte de la pantalla (como si se tratase de una “bomba” en un shoot ‘em up).
A menos que tu intención sea abusar de los continues y arrasar con todos tus enemigos, advierto que Cannon Dancer: Osman, fuera de las opciones extra a mencionar más adelante, tiene una dificultad bastante elevada capaz de hacer sudar hasta a los más veteranos del género. Recomiendo mucha paciencia para aprender patrones de enemigos, intentar hacer durar los power-ups, y manifestar la mayor cantidad de suerte posible, que vas a necesitar para poder conocer todos los paisajes cyberpunk neo-persas que luce este título.
Cannon Dancer… y Osman
En cuanto a las cualidades del port en sí, tras iniciar te encontrarás con dos opciones: “Osman” y “Cannon Dancer”. La diferencia aquí radica en que “Cannon Dancer” es la versión original japonesa (donde el nombre del protagonista es “Kirin”), y “Osman” la versión localizada que llegó a occidente.
Ambas versiones no se distancian mucho en contenido y jugabilidad, por lo cual la idea de incluir las dos por separado podría parecer redundante, pero es importante destacar que la intención detrás de los ports de clásicos es, en gran medida, la preservación de los videojuegos para la posteridad. Es un detalle extremadamente bienvenido, aunque para efectos prácticos puedes elegir la opción que prefieras.
Mil y una opciones
Independiente de la versión que selecciones, éste port te ofrece dos modalidades distintas de juego: “Estándar” y “Desafío”.
Estándar te ofrece un botón dedicado para meter ficha a la máquina y disfrutar del juego sin la preocupación de morir, permitiendo usar muchas opciones nuevas que son propias del compilado, como rebobinar, acelerar, usar savestates, mejoras y trucos. Esto vuelve a Cannon Dancer: Osman algo muy cercano a lo que ofrece la plataforma de Nintendo Switch Online con su catálogo de clásicos o los ACA NEOGEO de SNK, entre otros.
En el caso de Desafío, tus continues son limitados y no podrás activar ninguna de las funciones mencionadas antes a excepción de las mejoras (doble salto, invul en los ataques, etc). El objetivo de este modo es que tengas una experiencia más cercana a la de arcade, compensando la falta de trucos con la posibilidad de conseguir “logros” in-game para presumir tu habilidad.
Junto con los agregados ya mencionados, también cuenta con varios ajustes de personalización visual: resolución, aspect ratio, fondos y un filtro tipo CRT sumamente granular con muchas variables de modificación.
Lamentablemente, este port se queda corto frente a otros del mismo tipo en dos aspectos que no afectan la experiencia del juego como tal, pero sí de esta nueva versión. Primero, falta inspiración en los menús y la presentación en general, donde todo es estático, carente de dinamismo y no demuestra mucha pasión por parte del publisher. Y esto influencia un tanto el segundo aspecto: el juego no incluye ninguna galería de ilustraciones o material adicional, lo cual puede decepcionar considerablemente a los fanáticos.
Una gema desenterrada
Cannon Dancer: Osman es corto pero intenso, con mucha rejugabilidad y nuevos ajustes para acomodar la experiencia a tu gusto. Como port, viene al rescate de una de las joyas perdidas en la historia del arcade y demuestra que, mientras exista interés de parte de la audiencia, por muy minoritaria que sea, siempre es posible que títulos de culto puedan llegar a consolas modernas con la bendición de sus devs originales.
Más allá de las opciones gráficas y de calidad de vida, es muy poco lo que ofrece frente a la versión original de arcade que puedes probar en tu multijuegos más cercana. No obstante, y a pesar que el precio está un pelo sobre lo deseable, Cannon Dancer: Osman se las arregla para ser un paquete decente para los entusiastas de Strider y los juegos de acción noventeros, cumpliendo con el mínimo que usualmente se le pide a los compilados de este estilo
Cannon Dancer: Osman se encuentra disponible para Nintendo Switch, PlayStation 4, PlayStation 5 y Xbox.