De Inglaterra a México: la quinta versión de Forza Horizon nos propone un nuevo
episodio en su saga de títulos de carrera, esta vez repleto de tequila, tabaco y
ron. ¿Será digno de gritar un ¡Órale! o terminará todo en un sin querer queriendo?
Instálate cómodo en tu asiento de copiloto mientras arrancamos con el análisis.
Motor a la mexicana
Acompañado de una selección de más de 500 autos, el juego regresa con una campaña
aún más grande que en la versión anterior: con un mapa colmado de coleccionables,
desafíos, carreras, objetivos y los nuevos eventos de tipo Exhibición los cuales
nos llevarán a explorar diversos sitios turísticos inspirados en la cultura del
país. Recorreremos desde un templo prehispánico hasta coliseos de lucha libre. Los
ecosistemas que encontraremos durante la aventura incluyen jungla, playa, desierto,
pantano e incluso una carrera en que debemos escapar de una violenta erupción
volcánica.
En cuanto a la presentación del juego, Forza sigue destacando con una calidad
gráfica impresionante, un nivel de detalle (tanto visual como sonoro) que borda lo
obsesivo y una constante fluidez en la interfaz del juego. De igual forma, las
adiciones de climas tormentosos de Horizon 5 son un verdadero espectáculo: ráfagas
de arena, relámpagos, tornados y lluvias aún más perfectas que en anteriores
entregas son solo algunas de las sorpresas que nos esperan en nuestro viaje.
Desde luego, todo lo anterior se vería empañado si el rendimiento del juego no
fuese el óptimo. Aquí hay que decir que si jugaste Horizon 4 en Xbox One, vas a
notar un salto asombroso en los tiempos de carga si tienes acceso a una consola de
la generación actual o un PC con un buen SSD. Al menos en Xbox Series S, el juego
mantiene los 60 cuadros por segundo en prácticamente la totalidad del tiempo de
juego a 1080p, lo cual sumado al veloz almacenamiento que incorpora, resulta en una
experiencia muy disfrutable.
No contaba con la astucia de Playground Games en cuanto a las opciones de
accesibilidad disponibles, partiendo desde aumentar el tamaño de los subtítulos o
un modo de alto contraste, hasta la funcionalidad texto-a-voz o filtros especiales
para múltiples disfunciones visuales. Además, dentro de la creación de personaje
hay todo un apartado dedicado a las prótesis, que incluso incorporan pinturas y
decoraciones, lo cual debo admitir que está padrísimo.
No hay de queso
Hasta ahora todo ha sido flores para el juego en esta reseña, sin embargo hay una
grave contraparte, en que pareciera que el mayor enemigo de Playground es
Playground… y es que ahí está el detalle: Horizon 5 es básicamente el mismo juego
que era Horizon 4 hace tres años. Viéndolo fríamente, casi todas las actividades
son repetidas: los tipos de carrera son los mismos, las pruebas de medición de
velocidad son idénticas, las estaciones de radio no han cambiado casi nada ¡incluso
vuelven a aparecer los mismos retos finales como El Goliat!
Peor aún, siguen presentándose aspectos criticables: aún tienes que pagar por el
fast travel, consigues muchos vehículos que francamente no tienen ninguna utilidad,
vuelve a aparecer la molesta ruleta, al igual que sigues sin poder cambiar de auto
rápidamente antes de iniciar una carrera. Esto se suma a extrañas carencias como
que la radio no incluya una estación dedicada a la música mexicana (si bien se
agregaron canciones en español) o que fue removido el modo turbo del dron, lo cual
hace aún más irritantes las búsquedas de garajes escondidos.
Para efectos de la reseña, se mantuvo la dificultad en modo Experto. La naturaleza
del escalado en los rivales significa que aún cuando tengas un auto al tope de
optimizaciones, correrás contra máquinas igual de potentes. Esto resulta en un
proceso de ensayo y error en que debes reiniciar hasta encontrar el coche perfecto
para ganar, ya que las condiciones del terreno tienen un efecto devastador si tus
ruedas y tu transmisión no están preparadas para el circuito. Cabe señalar que se
utilizó la modalidad en solitario para el 100% de las carreras.
Hay que saber llegar
No hay que aferrarse a imposibles: el ritmo acelerado de la industria obliga a las
empresas a enfocarse en secuelas en lugar de diseñar desde cero una nueva
experiencia de juego. Forza Horizon 5 es fiel reflejo de esta realidad, poniendo en
la mesa un refrito al que le hizo falta bastante salsa picante.
Sin ánimo de confundir, se debe aclarar que el juego es bueno, muy bueno, hasta se
puede decir que sigue siendo el rey en el género: con la mezcla perfecta de rasgos
arcade y de simulación. Así, anticipamos con esperanza una nueva ola de DLC y modos
extra tal cual lo recibió Horizon 4.
A modo de cierre, solo decir que no debemos caer en la idea de que basta con
entretener al público nada más. Si eres de los que exige una cuota mínima de
innovación en tus secuelas, creo que por ahora lo más sano es dar la media vuelta y
esperar el eventual Horizon 6.