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REVIEW – WATCH_DOGS 2

-mech-

diciembre 1, 2016

«Drink all the booze. Hack all the Things!»
Review escrito por @Arturoware

No es difí­cil olvidar todo el revuelo mediático que causo WATCH_DOGS por allá en el 2014, el sobrehypeado sandbox de hackers de Ubisoft, un plato principal que dejó un mal sabor de boca a muchos. Y que ahora, dos años después, intenta una propuesta distinta con su secuela, eliminando la seriedad y sed de venganza para dar paso al mundo del «hacktivismo» con toques de sátira, memes y referencias de cultura pop. Lo curioso es que el cambio de tono funciona.

El setting se mantiene fiel a la primera entrega. Blume Corporation decide expandir su gran creación desde Chicago a otras ciudades importantes del paí­s. Hablamos de CtOS, un sistema de servidores a gran escala que controla la información privada de todos los habitantes del sector. Un tiempo después de los eventos del primer WATCH_DOGS, saltamos de Chicago a las calles de San Francisco, donde opera el nuevo CtOS 2.0.

Tú eres Marcus Holloway (A.K.A. Retr0), joven hacker, hábil en parkour y el más reciente miembro de DedSec, grupo hacktivista cuyo objetivo es acabar con Blume Corporation y su CtOS, tratando de revelar y advertir al público sobre la corrupción y mal uso del sistema, devolviendo así­ la libertad a cada ciudadano. Tus compañeros de equipo (principalmente Josh, Horacio, Sitara y Wrench y Ra–*SPOILERS*) son igual de carismáticos y agradables que tú. Una mescla de rebeldes del sistema, autistas, geeks y diseñadores gráficos. Algunos resaltan más que otros (en especial Wrench y su máscara) pero todos cumplen su rol y logran buena quí­mica con Marcus. Son parte del buen voice-acting que tiene la experiencia.

Marcus cae bien y nos hace olvidar lo fome que fue Aiden Pearce

En términos de concepto, Ubisoft pareció rescatar lo mejor del primer juego. Una ciudad controlada digitalmente. Una idea preocupante, interesante y, ya que somos hackers, completamente explotable. WATCH_DOGS 2 se concentra mejor en ese concepto que su antecesor (en el cual solo querí­amos vengarnos por la muerte de un familiar. Genérico y fome.) La secuela hace comedia del poder del hacktivismo. No hay llorones queriendo vengarse de alguien ni mafiosos con deseos de dominación mundial. Somos hackers jovenes que hacemos parkour y escuchamos electrónica o hip-hop mientras tomamos alcohol. Estamos conscientes de un sistema corrupto de vigilancia que le quita la libertad a la gente. No nos gusta eso y queremos hacer algo al respecto. Simple y vinculado directamente al concepto principal. Ciertos instantes del juego pueden alejarte un poco de la historia principal, aunque la ridiculez de hackear a gran escala (desde un pequeño celular hasta un SATELITE ESPACIAL) siempre te recuerda quienes son el verdadero blanco de tu campaña en DedSec.

Hackeando la cámara de un satélite como si nada. Ridí­culamente interesante.

Para quienes viajan, el juego rescata lugares icónicos de San Francisco de manera fiel. Edificios, plazas, puentes y otros se pueden apreciar con uno que otro twist. Un lugar bastante pintoresco y de tamaño decente para explorar de dí­a o de noche. Todo esto modificando el engine gráfico del primer WATCH_DOGS, ahora con un «depth of field» algo más acabado, mejor atención al detalle, a la vegetación y a la luz/sombra dinámica, que ayuda a representar lo colorido que es San Francisco. Curiosamente, los efectos de noche no resultan ser tan apreciados como en la primera entrega, en especial al combinar iluminación de la ciudad durante una lluvia. 1080p a 30 FPS generalmente estables. A pesar de esto, técnicamente podrí­amos decir que Ubisoft cumplió con entregar visualmente lo que mostró en la E3 de este año. Algo más discreto, menos ambicioso y aceptable para el standard visual actual. Lo de WATCH_DOGS y el escándalo del «downgrade» del 2012 pareció preocuparlos.

San Francisco es colorido, aunque la falta de peatones es notable. A ratos, las calles se sienten pobres en vida, en especial durante la noche en el centro de la ciudad. Todo por el framerate 😉

Como gameplay tenemos el genérico sandbox en tercera persona con el patrón clásico de escalar, correr, cubrirse, disparar y conducir. Algunas mecánicas fueron mejoradas en relación a WD1. Escalar resulta más natural y diverso. Hay más animaciones a la hora de saltar o caer, a pesar de un fall damage poco realista. Hay una pequeña mejora a la hora de conducir, doblar esquinas o acelerar en autopistas, aunque las incongruencias de fí­sica a la hora de chocar o saltar con un vehiculo siguen presentes, pero nada es indispensable sabiendo que existe un «Fast Travel» en el mapa, eliminando la necesidad de conducir por varios minutos. Desafortunadamente, el cover system es ambiguo y frustrante, puedes fácilmente terminar cubriéndote en objetos o lados no deseados. Y doy GRACIAS de que ya no existen las antenas de la CtOS, que debí­an destruirse para obtener información de un sector del mapa.

La gran estrella del gameplay, hackear, tuvo un mejor trabajo y cariño en WATCH_DOGS 2. Al completar misiones, DedSec aumenta el número de «seguidores» para su causa, obteniendo «Research Points», necesarios para desbloquear habilidades, gadgets y hacks para usar. Vuelven viejos clásicos como cortar las luces de tráfico o generar interferencia en celulares y radios. Se estrenan hacks tan entretenidos como acelerar/retroceder/girar autos o marcar a un individuo como amenaza para policí­as o miembros de un cartel. Todo fomenta la variedad del gameplay o a simplemente generar destrucción y caos en las calles donde no eres culpable de nada. Esto se debe a que WATCH_DOGS 2 no castiga brutalmente al jugador por cometer delitos y que gracias a las herramientas a disposición (o a la decisión de los devs), evadir a la policí­a resulta un trabajo menor (al menos que tengas más de 3 estrellas de búsqueda. Suerte). Esto puede contrastar con la personalidad pro-libertad que Marcus y compañí­a manifiestan. Un segundo matas a 20 civiles, animales o policí­as y al siguiente estás quejándote de los pocos derechos que tienen los ciudadanos de San Francisco. Al final concluyes que el juego es un sandbox de mundo abierto MUY loco, y dichos momentos locos terminan agradeciéndose.

RC Jumper y Quadcopter. Tus nuevos juguetes.

Las herramientas destacadas son los drones a control remoto (terrestre o aéreo) capaces de infiltrar, explorar y recolectar información en lugares inalcanzables por Marcus. Pocas veces se sintieron repetitivas, nunca frustrantes (excepto al equivocarte de botón y sacar el drone sin querer. Te pasará bastante). Dichas herramientas también hacen el sistema de sigilo y más adecuado y funcional. Siempre tendrás MUCHAS formas de entrar a un edificio de alta seguridad sin levantar alarmas. Neutralizando guardias con cajas de electricidad, autos, al interferir sus comunicadores, etc. Por ende, nunca resulta tan redundante entrar o salir de esas situaciones. Obviamente siempre existirá el plan B de disparar a quien tengas al frente, sin embargo, el sistema de disparos es pobre, al igual que la inteligencia artificial, capaz de activar la alarma en TODO el edificio si solo te detecta un enemigo en 2 segundos o llamar a refuerzos desde una posición inalcanzable para Marcus en tan poco tiempo. Otros enemigos poseen armadura que solo hacen el enfrentamiento con armas más frustrante (a excepción de que tengas explosivos, que no se desbloquean tan rápido en el juego). Un ataque melee siempre resulta más rápido y efectivo.

A pesar del poco pulido sistema de «cover n’ shoot», hay espacio para el caos.

El progreso del Single Player de WATCH_DOGS 2 se desarrolla una vez más en el smartphone de Marcus y su pantalla de «apps». Estos apps incluyen usos similares a ver el mapa, menú de misiones, tomar fotos, escuchar música, identificar monumentos de la ciudad, opciones de juego, etc. Tambien puedes modificar ampliamente la apariencia de Marcus, dándole toques casuales, formales, hipsters o incluso hippies. Buen número de ropa disponible para comprar en varias tiendas de San Francisco (incluyendo el rutinario e innecesario contenido DLC).

El número de misiones (principales y secundarias) es decente y generalmente se dividen entre 4 o 5 parte cada una. Algunas más originales que otras, terminaremos entrando a un lugar, robando/hackeando/obteniendo información de algo y saliendo en grande o con bajo perfil. A veces rompemos la rutina y dejamos caos, otras debemos resolver esos monótonos puzzles de WD1. Existen minijuegos que permiten entrar en la vida privada de algunos ciudadanos y poder modificar su entorno (para bien o para mal), lo que causa uno que otro momento gracioso.

Vuelven los puzzles de WD1 con un twist. Ahora se ubican en superficies, lo que permiten algo más de interactividad entre el mecanismo y tú.

Contamos con un soundtrack que varí­a entre producción original y la clásica radio del auto con Electronica, Hip-Hop, Clásicos, Latinos, Rock, Reggae y otros. Otros temas se activan estratégicamente en pleno clí­max de una misión y logran ese efecto de agregar sátira a un momento serio, como la vez que escuché automáticamente «Fortunate Son» de Creedence Clearwater Revival mientras tení­a que destruir máquinas de votación. Mención honrosa al recordar el gran éxito de Scott McKenzie en un momento adecuado del juego <3 Siguiendo las raí­ces del Multiplayer de WD1, regresan los «Hacking Invations». Puedes intervenir o ser intervenido por un jugador, quien trata de hackear tu información dentro de un radio especifico y que cuentas con pocos momentos para identificarlo y neutralizarlo. WATCH_DOGS 2 entrega completa libertad a ambos jugadores de usar todo el arsenal, incluido el drone aéreo (Pro-tip). Cumple y entretiene igual que hace 2 años. Se incluyen también modos cooperativos para realizar misiones en grupo y un nuevo PvP de nombre «Bounty Hunter», que permite que más jugadores invadan tu mundo a neutralizarte si causas mucho estrago en la ciudad (3 alarmas policiales o más). Todos los modos entregan «seguidores» a DedSec, además de competir en los Leaderboards del juego. Simpático, pero nada que expanda mucho más las horas de juego. Preferirás explorar offline.

WATCH_DOGS 2 cumple principalmente con entretener al usuario. Es un mundo donde se fomenta lo ridí­culo, la comedí­a juvenil y el concepto de libertad en su gameplay, que hací­a más falta en el primer tí­tulo. Se notó la preocupación de Ubisoft por querer mejorar luego de un gran tropiezo. Tampoco hablo de un juego sólido. No intenten otra vez comparar estos sandbox con GTA V. Disparar, conducir y desenvolverse en la ciudad pudieron tener mejor trabajo e intención. Sin embargo, es un trabajo mejor pulido en varias áreas, divertido y una gran mejora en relación a su antecesor.

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