Después del éxito que tuvo Project X Zone, era de esperarse que recibiera una secuela. Después de todo, es un logro no menor poder hacer convivir personajes de juegos de distintas épocas, géneros y estilos dentro de un RPG táctico, especialmente considerando que por el género debían convivir bajo una trama y un universo consistente. Claro, en la primera instancia la trama puede sentirse forzada debido a los constantes saltos dimensionales sin grandes cuestionamientos por parte de sus protagonistas. Sin embargo, el carisma y la buena interpretación de los personajes presentes en el crossover y los entretenidos diálogos que surgen de la interacción de éstos, sacaron adelante la trama, haciendo del juego una muy agradable experiencia.
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Como es de esperar, Project X Zone 2 mantiene tanto el carisma de los personajes, como el tipo de narrativa y temática, pero con un mayor refinamiento. Los personajes que vuelven de Namco X Capcom y Project X Zone ya están adecuados al viaje entre dimensiones y tiempos, por lo que requiere menos diálogos respecto a explicar por qué ocurre. En general, el argumento vuelve a lo básico: la organización Ouma en su afán por traer caos al mundo, comienzan a colectar unas misteriosas cadenas doradas que están apareciendo en distintos mundos, en conjunto con portales dimensionales. Más adelante en la trama, y tratando de no spoilear detalles, nos enteramos de cuál es el rol que juegan en este plan los distintos villanos, siendo mucho más cohesivo que en la primera entrega. Por parte de nuestros protagonistas, la organización Shinra, encargada de resolver los asuntos paranormales en Japón, se encuentra al tanto de estos sucesos y van a encontrarse con Chris Redfield y Jill Valentine para hacerse cargo del problema. De allí en adelante nos introducirían a cada grupo de personajes por separado y como estos se van integrando en un solo grupo frente a Ouma y sus aliados.
Uno de los aspectos donde se notan diferencias frente a su predecesor, es la selección de personajes nuevos a incluir en el crossover: Phoenix Wright, Goro Majima, Segata Sanshiro, Ryo Hazuki, Chrom, Lucina, entre otros, permiten darle un nivel mayor de dinamismo a los diálogos, tanto por el humor propio de sus diálogos en sus respectivos juegos, como también por las referencias que estos traen. Por ejemplo, Segata Sanshiro es conocido por la mayoría de los personajes de Sega, o juntar a los personajes de Shenmue y Yakuza resultará en diálogos alusivos a su carácter de secuela espiritual.
Pero todos estos detalles no podrían ser disfrutados si el gameplay del juego no funcionase, y es aquí donde cabe destacar el acierto logrado en el primer juego: Convertir un RPG táctico en un juego simple, que no requiera una gran cantidad de menús y que dispensa de utilizar un mapa de overworld. De esta forma, el juego puede se concentra en poder movilizar a los personajes en la cuadricula de batalla, y elegir el tipo de ataque utilizar. Otro de los elementos que facilita el jugar, es la inclusión de 5 capítulos de prólogo, los cuales avanzan con la trama, a la vez que nos introducen todas las mecánicas de juego.
Para actualizar un poco la formula, Project X Zone 2 incluye una tienda, accesible entre cada capítulo, la cual nos permite acceder a ítems consumibles para recuperar a los personajes, tanto en vida, como en condiciones especiales, además de ítems equipables que modificarán los stats de los personajes y en algunos casos con efectos adicionales. Aparte de la barra de vida (HP), el juego dispone de 3 barras más, SP (individual para cada personaje), XP (una para todo el equipo) y EP (utilizada por el oponente). Decalarar ataque a un oponente nos pasará a una pantalla sidescroller donde podremos utilizar los ataques disponibles para nuestros personajes, lo que a simple vista podría parecer que solo requiriese «mashear» los botones. Sin embargo, en el tiempo limitado que tenemos, podemos utilizar 3 golpes normales, utilizar a los asistentes (Personajes individuales y/o equipos que estén aledaños en el tablero) y el golpe especial (consume SP), los cuales pueden combinarse para lograr un mayor número de hits por turno (y por ende mayor daño). Estos movimientos se encuentran muy bien planificados y representan los movimientos de cada personaje en sus respectivos juegos, o bien, incluyen referencias al mundo del cual provienen.
Fuera de las peleas también podemos utilizar las habilidades (skills) de cada personaje, las que también tienen un costo de SP. Durante los turnos del oponente podemos elegir contraatacar (costo de SP), defender (costo de SP) o anular el daño oponente (costo de XP). Los puntos XP se diferencian de los puntos SP en que se cargan realizando combos y daño al oponente, mientras que los SP funcionan como en cualquier RPG, la barra parte al máximo y se gastan progresivamente, hasta recuperarlos con ítems o habilidades.
En este punto hay que mencionar la mayor debilidad del juego: Tiene un patrón marcado que se repite en cada capítulo. Nuestros héroes llegarán a una nueva dimensión donde se encontrarán con aliados nuevos, o conocidos de aventuras pasadas, tendrán una batalla por turnos, que en algunos casos tendrá un par de condiciones de victoria y luego descubriremos un nuevo elemento en la trama que nos permitirá avanzar al siguiente capítulo. Esto puede agotar a algunos jugadores más asiduos a un RPG táctico tradicional, ya que les ofrecerá una experiencia demasiado simplificada, y con un nivel de dificultad bajo.
Es por ello que nuestro nivel de involucramiento en la trama, y que tanto conozcamos a los personajes presentes, jugarán un rol muy importante a la hora de determinar que tanto disfrutaremos el juego. Su enfoque principal es el fanservice. El juego no intenta ocultarlo, y eso es bueno, porque en ese sentido cumple a cabalidad. La dirección artística del juego funciona muy bien a la hora de mesclar a los personajes, contamos con notables adaptaciones de la música de los juegos presentes en el crossover, además de contar con las voces originales en japonés. Por si esto fuera poco, la Crosspedia cumple la función de manual de instrucciones y guía para conocer el trasfondo de cada personaje con el que nos encontremos, así que aunque conozcamos solo una fracción del elenco, podremos comprender lo que ocurre y tomar una pincelada de cada uno de los juegos presentes en el crossover.
Es por esto que Project X Zone 2 es un juego altamente recomendable para la gente que quiere vivir la nostalgia a flor de piel. Es una experiencia simple, que no nos presentará muchas frustraciones y que su mayor valor reside en la personalidad de los numerosos personajes que Bandai Namco, Capcom y Sega nos han entregado a lo largo de la historia. Por lo demás, es un juego que tanto así como Super Smash Bros. bien merece el título de enciclopedia de los videojuegos y que se sitúa como uno de los títulos importantes de la vida tardía de la Nintendo 3DS.