El mando de la familia Yamauchi podría acabarse si así se estima conveniente por su nueva generación
Hay que empezar con el mayor de los mea culpas: Desde que empezaron los rumores sobre Nintendo y su acercamiento al mundo de los móviles por el tremendo bajón de expectativas sobre la Wii U que reaccioné con un tremendo «meh» y no tuve tiempo de cubrir el tema en Gamercafe, tema que ya todo el mundo debe conocer y tener su opinión hace rato. Durante ese período ocurrieron varias noticias, todas muy negativas en torno a la compañía, sin embargo las primeras me parecían de carácter olvidable o repetitivo en el círculo de los rumores clásicos, en especial las que conozco desde la era del Game Boy como la posibilidad del acercamiento de Nintendo al mundo móvil (cómo olvidar cuando se decía que el Game Boy Advance precisamente iba a ser un teléfono en pleno año 2000).
Pero es imposible negarlo: Nintendo está pasando por un período terrible, uno que no veía desde mediados de los noventas con el Virtual Boy, un Game Boy que iba al olvido si no fuera por el boom de Pokémon (para muchos el gran proyecto que salvó a Nintendo) y la débil recepción del Nintendo 64 frente al PlayStation. No cabe duda que el hecho que el propio Satoru Iwata haya decidido bajar su sueldo a la mitad habla de una situación complicada y delicada.
Iba a hacer un pequeño resumen de todo lo que había pasado y ya, pero justo cuando me hice el animo de escribirlo ocurrió una bomba aún más llamativa a nivel histórico: La familia Yamauchi acaba de vender el 67% de sus acciones en Nintendo, que ya por sí daban el total de solamente el 10%, demostrando que la sangre que fundó y condujo a lo que es Nintendo ahora ya no quiere saber absolutamente nada de ellos después de la muerte de Hiroshi Yamauchi. Lo que había empezado como un rumor en la tarde ya se ha concretado de manera oficial, dejando a más de 100 años de tradición en peligro y que tal vez tenga explicación obvia ya que nadie de la familia está a cargo de la empresa y probablemente ninguno de ellos quiera hacerlo actualmente. Nada mejor que disfrutar la herencia del abuelo rico.
Con este punto, Nintendo está ad portas de tener la opción de alejarse, si ellos quieren, de una metodología de producción que poca gente conoce y que incluso puede llegar a sonar ridícula a ojos actuales: La filosofía Yamauchi. La manera en cómo el mismo ideal que movió a la compañía en producir cartas hanafuda desde finales del siglo XIX se reutilizó en el mundo de los videojuegos sin apenas modificar algo. Para mí puede ser el fin de una era, para otros les puede dar lo mismo, pero mucho del misticismo y el secretismo que existe detrás de Nintendo viene por esta visión. Para los que les pueda interesar más sobre el tema recomiendo el libro de Florent Gorges y Isao Yamazaki The History of Nintendo y si alguno de los lectores tiene la facultad de poder leer Japonés me es imposible no saltarme la oportunidad de recomendar esta maravillosa web de nombre The Philosophy of Nintendo que debe tener mínimo 14 años y que fue por mucho tiempo para mí una gran fuente de curiosidad hasta poder entenderla. Todo esto es de carácter vital para todos los que le tienen cariño a la empresa que está a punto de tener uno de los cambios más grandes de su historia.