Gamercafe

Artí­culo: Kazuhiko Uehara y amigos en Super Nintendo

Hayama

@theburpman

marzo 14, 2010

NOTA: Este artí­culo fue escrito el 14 de Abril del 2009 por Hayama en la web «Rock and Games» y ha sido publicado nuevamente en Gamercafe debí­do a que la web en cuestión murió hace un par de meses. De lo poco que quedó en pié se pudo rescatar este escrito (sin sus samples, lamentablemente) y creemos que es lo suficientemente interesante como para ponerlo aquí­, enjoy. Se agradece a gR. por el espacio y la oportunidad que se dió en su momento.

Konami, en su más esplendorosa época, era una avalancha de puros talentos no reconocidos. Si bien en esos años era algo bastante normal que nunca se reconociera a la gente detrás de la composición musical de un software, solo con excepciones muy marcadas (Koichi Sugiyama, por dar un ejemplo, fue re-famoso en los ochentas por su composición en Dragon Quest más que nada porque antes de trabajar en un OST de videojuego ya tení­a previamente una amplia carrera como director de orquesta en Japón), Konami debe haber tenido para esos años la más prolifera agrupación de compositores, siendo pioneros en darle «vida» a la música de videojuegos.

Es sabido que Konami, con la creación de Gradius y Contra (é­‚æ–—ç¾…), desarrollaron los primeros soundtracks de la historia de los videojuegos en Japón que fueron «requeridos en formato externo del juego» para ser escuchados por sus fanáticos. En pleno 1985, año en que la música en formato chiptune se disparó, Konami empezó a volverse tan popular por sus soundtracks que tuvieron la idea de crear una de las primeras agrupaciones de compositores de videojuegos en un solo equipo en común, conocido como Konami Kukeiha Club (コナミ矩形波倶楽部) y desde este punto hacia adelante, la historia de los mejores soundtracks de Konami empezaron a gestionarse. Más allá de los buenos resultados en sagas como Akumajou Dracula (悪魔城ドラキュラ) y varios proyectos caseros, fue en el mundo del Arcade que Konami se volvió más popular entre los audiofí­licos.

Sin embargo, hay varios compositores que fueron «parte» pero no son normalmente reconocidos dentro del Kukeiha Club… y uno de ellos es Kazuhiko Uehara, quien si bien prácticamente todos sus trabajos son en conjunto (en especial con Harumi Ueko) siempre fue el «lí­der» en las composiciones… y tiene un estilo tan marcado en sus juegos, que lo han hecho valer como parte del «sonido Konami» reconocible de los noventas.

Si bien Uehara empezó en la era del Famicom y la MSX, Uehara debe tener sus soundtracks más reconocibles en occidente dentro del Super Nintendo. El equipo de Konami, quienes junto con la propia Nintendo y Capcom fueron por lejos los lideres en sacarle todo el jugo a la SPC-700 en sus primeros años, se ganaron el respeto de todo el fandom no solo con sus obras propias, si no por trabajar en varios proyectos de licencias, en especial Norteamericanas, las cuales ellos tuvieron que adaptarse a las composiciones Norteamericanas para hacer sus propias melodí­as… pero aún así­, supieron imponer el «estilo Konami Battle Sound» dentro de sus juegos con gran carisma… ese carisma único de los juegos de Konami en aquellos años.

Uehara tuvo que mamarse una gran cantidad de producciones basados en licencias Norteamericanas, por ende, su composición no solo tuvo que adaptarse al estilo de los temas originales de estas licencias, si no ademas tuvo que adentrarse profundamente en el mundo de la música y composición occidental para poder otorgar un buen resultado. Esto es, por decir lo menos, algo que impresiona enormemente, ya que Uehara se destacó por trabajar originalmente en soundtracks con toques totalmente orientales, en especial en su labor en lo que fue la saga de Ganbare Goemon (がんばれゴエモン).

Para el momento en que el Super Nintendo llegó al mercado, Uehara fue el encargado de traspasar todo el sonido de sus composiciones y la de sus compañeros de trabajo que se habí­an gestado en el mundo de Arcades al Super Nintendo… y esa tarea no era para nada fácil Si bien la SPC-700 era una tarjeta extremadamente potente para la época (cortesí­a irónicamente de Ken Kutaragi, el que después se le conocerí­a como el «padre del PlayStation») comparar la cantidad de samples y memoria para las canciones de una plataforma Arcade con las del Super Nintendo es irrisorio.

Es por esta causa que el primer gran trabajo que tuvo Uehara en el Super Nintendo fue Gradius III, juego compuesto por lo mejor del Kukeiha Club y que tuvo en el lado musical una excelente aceptación. En Gradius III, Konami reafirma lo que es conocido como su «Battle Sound» a su máxima expresión y compone temas de incalculable valor, que serian influencia para la composición de temas de no solo juegos de Konami a futuro, si no de toda la industria Japonesa quienes para esos años, quienes estaban todos rayando la papa con bandas como Casiopea o T-Square.

Otro de los trabajos que tuvieron que ser «porteados» al Super Nintendo fue el «hijo rebelde» de Gradius, el mágnum opus de la ridiculez de Konami: Parodius Da!: Shinwa kara Owarai he (パロディウスだ!神話からお笑いへ), el segundo tí­tulo de la saga. Dentro de todo el repertorio de compositores que trabajó en Parodius, Uehara se dedicó a ser uno de los asesores del traspaso de las canciones originales de Arcade a Super Nintendo y si bien muchí­sima gente participó en el proyecto, parte de la selección de los «samples» fueron elegidos por el.

Parodius es, en el aspecto musical, tal igual como el tí­tulo, «Del mito a la risa», aunque por razones positivas: El choque del sonido «Konami» y la cultura de la música oriental con todo el mundo clásico de Europa y Norteamérica se encuentran juntos en la saga. Parodius se destaca por tener «remixes» de varias canciones populares del mundo en forma de parodia (como el propio nombre del juego lo indica), con composiciones de Korsakov, Offenbach, Khachaturyan, Bizet y muy en especial Tchaikovsky, donde lo dejan parado de manera muy chistosa con su «cascanueces» dentro del juego… y en Super Nintendo, el estilo de composición de Konami queda bastante bien impregnado.

Y hablando de oriente… Uehara junto con Harumi Ueko hicieron un trabajo que marcó en el tema del uso de samples en la SPC-700: Probablemente el mejor trabajo del Uehara es discutible, pero lejos uno de carácter legendario es el de Ganbare Goemon: Yukihime Kyushutsu Emaki (がんばれゴエモン ゆき姫救出絵巻), en donde Uehara y Ueko compusieron el mejor trabajo de Enka, folklore nacional y uso de instrumentos como el Shakuhachi (instrumento que muchos conocen internacionalmente gracias a Sledgehammer de Peter Gabriel) traspasado a los samples del Super Nintendo. El nivel de composición en Yukihime Kyushutsu es realmente a otro nivel, casi al mismo nivel del legendario trabajo en el remake de Akumajou Dracula en Super Nintendo (Super Castlevania IV), donde además el uso de los bajos es asombroso para todos los que disfrutamos de este instrumento (y por ese mismo motivo, Headquarters of the Otafu Army es una de mis canciones favoritas de toda la historia de Konami en el Super Nintendo).

El trabajo mas «personal» de Uehara ha sido ligeramente mostrado… ¿pero y los juegos licenciados?, en este caso, Uehara también hizo alianza con Yukie Morimoto y nuevamente Harumi Ueko para entregar un excelente trabajo. Se podrí­a decir que ya desde la era del NES los juegos licenciados eran recordados por tener grandes soundtracks (creo que ya todos conocemos el bullado caso de «The Moon» de DuckTales) pero al principio de la vida del Super Nintendo, Konami y Capcom dejaron unos trabajos realmente sobresalientes: Por el lado de Capcom hay varios ejemplos (probablemente el caso más recordado sea el de The Magical Quest Starring Mickey Mouse, soundtrack que algún dí­a me voy a tener que dar el tiempo para hablar de él) pero en Konami los mas memorables recuerdos de trabajos pegajosos fueron en Tiny Toons Adventures: Buster Busts Loose! y, claro, como no, Teenage Mutant Ninja Turtles IV: Turtles in Time.

El caso de TMNT es crucial en el desarrollo de la música de Konami y de Uehara en general: TMNT se destacó por su estilo musical muy «Konami», proveniente del Kukeiha Club y que llegaba a parecer inverosí­mil que una licencia de estas caracterí­sticas se prestara para semejante trabajo al lado de otros juegos de la época con caracterí­sticas mas serias (para que estamos con cosas… si muchos, MUCHOS de lo que se hacen llamar «fans de TMNT» entraron al mundo de la serie con los juegos de Konami), a tal nivel de que la música de TMNT se ha ganado el reconocimiento de mucha gente de que es EL ESTILO KONAMI de composición, estilo que se exportó a otros compositores de la compañí­a que intentaron imitar el sonido (como en Sunset Riders o Bucky O Hare).

El caso de Buster Busts Loose! por Uehara y Morimoto es bastante especial, más que nada por la experimentación: El tí­tulo tiene varias canciones que pierden un poco la directriz en comparación a los temas de los primeros niveles, que son 100% inspirados en el trabajo de la serie y de Looney Tunes y que se nota que tuvo que haber existido una ardua investigación o fanatismo de los compositores para poder concretarlas (en especial el tema Out of Control Train, que es una oda a Chuck Jones), sin embargo estos temas son muy agradables, algunos muy tranquilos y de interesantes mezclas de sonidos.

TMNT, por otro lado, es Konami en su máxima esencia, tal como ya lo comentamos, puesto que su cuarta edición debe ser, junto con el trabajo en Manhattan Project, uno de los mejores soundtrack de los tí­tulos de las tortugas adolescentes mutantes. La música del juego lo único que te incita es a PELEAR AL ESTILO COWABUNGA con esas tí­picas melodí­as que son para escenas de «acción» pero que al mismo tiempo tienen ese feeling «cool» y «chistoso» que tienen las tortugas. Las canciones de los jefes y los escenarios están llenos de pura energí­a y un estilo de composición que bordea los géneros del Rock junto con los del Rap, en una era en que todo esto estaba totalmente de moda.

Como comentario personal, la primera impresión cuando vi TMNT IV fue que las tortugas… ¡¡¡HABIAN VUELTO CTM!!!, no solo por el gameplay, si no por la música… porque el primer nivel, Big Apple 3 A.M. es una celebración, un himno de recibimiento que te dice «bienvenido a TMNT» después de haber escuchado los soundtracks de los juegos de Arcade y NES.

Pasando un par de generaciones más adelante en la consola, Uehara también trabajó en uno de los soundtracks más interesantes de la mitad de vida del Super Nintendo: Sparkster. Si bien el juego tiene un «fandom» un pelí­n más grande en su versión de Genesis (Rocket Knight Adventures), el soundtrack de Sparkster es, por describirlo de alguna manera, un trabajo 100% Treasure style. El juego fue compuesto por una gran cantidad de colaboradores (entre ellos, nada mas y nada menos que Akira Yamaoka, famoso por su trabajo en Silent Hill) y tiene todo el estilo frenético de Konami en lo que respecta a acción sin descanso y ese tipo de tí­tulos que empezaron a destacarse más en la librerí­a de Treasure (recordando que esta compañí­a está formada por puros ex-Konami). Algunos samples están demasiado bien elegidos y en general la música te incita totalmente a la acción. Un trabajo destacable.

En ese mismo año, Konami también realizó otro juego licenciado que tiene una gran seguidilla de fanáticos: The Adventures of Batman & Robin, basado en la licencia de la recordada serie de animación basada en el trabajo de Bob Kane. Aquí­ también nos encontramos con Uehara, quien también trabajó con un gran numero de compositores (entre ellos nuevamente Harumi Ueko) y que dieron por resultado a un trabajo un poco falto de inspiración en algunos temas, pero en otros un acertado estilo que va de acorde con la sobriedad de la serie original.

Seguir hablando de Uehara y la gente que compuso junto con el serí­a rellenar demasiado, en realidad los juegos comentados son, por lejos, sus mejores trabajos y creo que es irrefutable el decir que todos son recordados con mucho entusiasmo por los seguidores del Super Nintendo y la música de la SPC-700 en general. Probablemente el mayor aporte de Uehara sea… ese estilo «Konami» que le dio a su música… y con eso no hablo simplemente porque trabaje en esta compañí­a, si no porque hubieron muchas imitaciones pero nadie logró tener ese estilo caracterí­stico.. estilo caracterí­stico que se escucha hasta en los ejemplos más extravagantes de su repertorio musical

Kazuhiko Uehara es una buena recomendación para conocer parte de los orí­genes del sonido «Konami». Tal vez no sea el mas destacado de su repertorio (introducirnos al mundo de la composición de Konami en NES/Famicom y Arcade podrí­a ser tema para la próxima) pero definitivamente es un sonido reconocible el cual por «great justice» era necesario revelar su nombre.

Cada vez que escuches «esos» samples… sabrás de quienes estaba hablando.

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3 comentarios « Artí­culo: Kazuhiko Uehara y amigos en Super Nintendo »

  1. kefka
    el March 15, 2010 a las 7:56 am
    realmente exelente reportaje acerca de el gran legado musical de konami, personalmente he sido un gran fan del particular sonido y soundtrack desde la era 8 bit. kukeiha club fue para mi el grupo que me introdujo a otros studios/filarmonicas como neogeo sound orchestra y alph lyla de capcom. pero sin duda kukeiha club tiene su lugar favorita para mi al menos con sus sin fin de variaciones en cuanto a sonidos, espectacular <3 <3 <3
  2. Totonyorch
    el March 15, 2010 a las 1:51 pm
    no sae olviden de zuntata, los compositores de taito...
  3. 2d4ever
    el March 15, 2010 a las 11:05 pm
    Felicitaciones por el artículo Hayama, para los que crecimos con el nes y snes, muy buena info, como anécdota, el domingo me compre el mystical ninja en el bio bio, hace rato que andaba detras de ese juego, ahora, que otros soundtracks recomiendas, de snes por supuestos, saludos.

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