Cosas «simpaticas» que pasan en Chile
Hoy es un día fome y voy a estar mega ocupado, así que relleno con esto.
Esta es una historia de un videojugador común y corriente, como usted o como yo. Como muchos de nosotros aquí en la página, somos fanáticos de una era más tranquila de los videojuegos, una era pre-32 bit donde la cosa no tenía tanta parafernalia y donde muchos creemos que ahí yacen los mejores juegos… es por eso que a veces desear algunas joyitas nunca está de más… como Chrono Trigger o Lufia, por decir cualquier cosa.
En una ciudad como Santiago puede ocurrir cualquier cosa… cualquiera…
Esto hoy lo comprueba.
Un buen hombre caminaba por la calle cuando de repente, se fija que en su barrio estaba un perro mordiendo con muchas energías unas cajas grises muy sospechosas. La curiosidad fue más fuerte y cuando se acercó al perro, se dio cuenta de que este tenía entre sus colmillos unas piezas que cualquier fanático de Nintendo las reconocería… piezas de un cartucho de Super Nintendo.
Al acercarse totalmente al perro y alejarlo (esperemos que en buenos tratos) se dio cuenta que, efectivamente, yacían en el suelo tres cartuchos de SNES… la anécdota del caso fue su cara de sorpresa al darse cuenta de que estos cartuchos se trataban de dos Chrono Trigger y un Lufia, originales Norteamericanos.
Parte de la historia y material fotográfico del hecho se puede encontrar donde los amigos de Junk Raiders… si existe una posibilidad entre el encontrarse dos Chronos y un Lufia y ganarse el Kino, debe ser muy remota.